Cirugía

Cirugía

La elevación del seno maxilar es una técnica quirúrgica que permite el aumento de hueso en la arcada superior. El objetivo es el de obtener una base ósea adecuada en la que poder colocar implantes osteointegrados, en aquellos casos en que la consistencia del hueso no lo permita.

Gracias a esta técnica, sencilla e indolora, los pacientes en nuestra clínica dental en Águilas, que debido a la ausencia prolongada de muelas, han perdido volumen de hueso pueden reponer sus piezas perdidas y recuperar así toda la función oral.

La técnica de la elevación del seno maxilar consiste en realizar una incisión, levantando un colgajo mucoperióstico para posteriormente labrar el hueso y entrar en la zona del seno maxilar. Ahí se va despegando cuidadosamente la membrana que lo recubre.

Posteriormente se coloca material óseo sustitutivo y en determinadas ocasiones, dependiendo de la altura del hueso maxilar remanente, hasta se puede colocar los implantes en el mismo procedimiento quirúrgico. Se suele colocar una membrana que hace de barrera entre las partes blandas y el hueso y ayuda en su formación. No obstante, la pauta habitual sigue siendo realizar dos fases: la primera la cirugía; luego, en una segunda fase, y transcurridos aproximadamente seis meses, se colocan los implantes dentales.

La elevación de seno atraumática o cerrada es aquella que se realiza a través del lecho que deja la preparación del implante dental.

Siempre que la distancia de la base de la cresta ósea hasta el suelo del seno sea de 4 mm o más se puede proceder a elevar la membrana de Schneider con unos instrumentos conocidos como osteótomos.

Sin embargo, se ha demostrado que el éxito aumenta a partir de los 5-6 mm. En conjunto, la supervivencia de los implantes colocados con esta técnica es del 92.8% a los tres años.

La falta o ausencia de piezas dentales y el tiempo transcurrido sin ellas produce un proceso de reabsorción en el hueso.

La anchura mínima ósea conveniente para colocar un implante dental oscila entre 6.5 mm y 7.5 mm dependiendo de la localización del implante, de la carga a la que se va a someter y del diámetro de este.

En ocasiones, el problema no es el grosor o altura del hueso maxilar, sino que la cresta ósea es muy fina y al ser más estrecha que el diámetro del implante a colocar, este quedaría suelto.

La estructura ósea tiene cierta elasticidad. Esta técnica, como su propio nombre indica, consiste en ir expandiendo progresivamente el hueso, logrando su expansión. Se realiza con expansores, osteomos o con la técnica de split-crest.

Las técnicas de expansión de hueso para implantes dentales se han convertido en un tratamiento habitual en implantología porque se necesita utilizar métodos de aumento óseo con la mínima morbilidad para el paciente y buenos resultados.

La exodoncia consiste, básicamente, en la extracción de los dientes. Y siempre es el último recurso al que acudimos en nuestra consulta dental en Águilas.

Los motivos más frecuentes de la extracción de las piezas dentales son las caries y las enfermedades periodontales.

Además, se deben considerar otras causas, como los dientes que se fracturan, los dientes que no acaban de salir, los que salen de más, anomalías en la posición y situación, los relacionados con quistes y tumores, restos de raíces, o por indicaciones médicas.

Las extracciones pueden ser simples o quirúrgicas según la ubicación o la anatomía del paciente. De ellas, las más frecuentes son las extracciones cordales, exodoncias de las muelas del juicio.

Siempre que se extrae una pieza conviene sustituirla lo antes posible, para no romper el equilibrio dental y así no crear problemas en el resto de la boca. Ante la falta o pérdida de los dientes, nuestros dentistas en Águilas recomiendan tratamientos como los implantes.

Debido a la falta de espacio o malposición del cordal, siempre se suele hacer una exodoncia quirúrgica de los cordales (muelas del juicio) incluidos para solucionar el problema.

La regeneración ósea guiada es un concepto moderno, que implica el uso de diferentes materiales y métodos, que tienen como objetivo crear hueso sano y suficiente, en los procesos alveolares de los maxilares, para cubrir defectos óseos periodontales o para tener procesos alveolares adecuados, en donde colocar prótesis dentales de manera convencional, o con implantes dentales osteointegrados. Estos últimos son un gran avance en la Odontología actual, pero requieren para su colocación una cantidad suficiente de hueso alveolar, de buena calidad, que los cubra y soporte.

La regeneración ósea guiada con injertos óseos autólogos y membrana de teflón o politetrafluoretileno expandido (PTFE-e), esterilizada en gas de óxido de etileno, es recomendable en la regeneración ósea de procesos alveolares deficientes, alrededor de implantes oseointegrados con defectos óseos periféricos, o en casos de fracturas mandibulares complicadas con pseudoartrosis. Esto es así porque los resultados observados son muy positivos, además que conlleva una reducción considerable de los costes del tratamiento.

La regeneración ósea guiada implica colocar una barrera que cubra el defecto óseo, separándolo del tejido gingival (epitelio y tejido conectivo), y evitando su contacto con el hueso durante la cicatrización. Así se permite su regeneración y que el defecto óseo sea rellenado. Los estudios clínicos e histológicos de este procedimiento han demostrado que las membranas de barrera deben estar perfectamente adaptadas al hueso periférico, es decir, al defecto, formando un sello que impida el ingreso de células de tejido conectivo gingival al espacio formado bajo la membrana, ya que éstas compiten con las células formadoras de hueso. Por ello es imprescindible que la membrana se mantenga estable durante el período de cicatrización.

 

Biopsias en cavidad bucal

Muchas enfermedades propias de la cavidad oral o las manifestaciones bucales de enfermedades sistémicas pueden tener un aspecto clínico similar, lo que hace difícil establecer un diagnóstico clínico correcto. En algunas ocasiones, lesiones pequeñas y de color similar al de la mucosa bucal pueden confundirse con lesiones benignas ocasionando un tratamiento inadecuado y por consiguiente desencadenar resultados mortales para el paciente.

Para evitar este tipo de errores, diagnósticos y de tratamiento, es aconsejable echar mano siempre de un auxiliar diagnóstico: la biopsia. En la cavidad bucal se pueden utilizar por lo menos cuatro tipos diferentes de biopsia. Generalmente el resultado del estudio analizado de un tejido biopsiado indicará la pauta a seguir en el tratamiento del paciente.

 

La apicectomía es un procedimiento odontológico que sirve para eliminar una infección en la raíz de un diente y de los tejidos adyacentes. Se lleva a cabo en aquellos casos en los que la endodoncia no ha resultado efectiva o en dientes a cuya raíz no se puede acceder mediante un tratamiento de conductos convencional.


¿Cuándo es necesario realizar una apicectomía?

Si un diente ha sufrido un traumatismo y ha cambiado de color, esto nos indica que ha perdido vitalidad por su parte interna. Este proceso hace que se infecte esa parte interna del diente extendiéndose hasta la punta de la raíz, creando en muchas ocasiones un quiste o granuloma. Este quiste puede emerger a través de la encía o será detectado a través de una radiografía. Esto mismo suele ocurrir también cuando una caries profunda infecta la pulpa dental (nervio) o después de un traumatismo en un diente.

El tratamiento inicial para estos casos es la endodoncia, llamada también tratamiento de conductos, para eliminar restos necróticos y  curar la infección. Si con este método no se soluciona el proceso quístico, el siguiente paso es la apicectomía.

¿En qué consiste el tratamiento de la apiceptomía?

La apicectomía es una pequeña intervención que se realiza a través de la encía para acceder y cortar la punta del diente afectado, eliminando quirúrgicamente el quiste y sellando la raíz con distintos materiales. Para terminar, se sutura la zona y se deja tiempo para completar su curación.
Es un proceso sencillo y suele dar muy buenos resultados. Como siempre el diagnóstico es la clave del éxito.

 

¿Qué es un quiste dental?

Los quistes dentales son normalmente un tipo de lesión benigna no tumoral, que forman cavidades redondeadas en el interior de los huesos maxilares. Su parte interna está constituida por células, líquido, aire, o una combinación de las tres.

Si no se eliminan los quistes dentales, las células que lo constituyen van creciendo y dividiéndose, creando con el paso del tiempo una cavidad mayor, que puede comprometer seriamente la salud del hueso o de los dientes que están en contacto directo con el quiste.

Es muy importante realizar un correcto diagnóstico de los quistes dentales para diferenciarlos de las lesiones tumorales que se presentan en ocasiones en los huesos maxilares.

¿Cuál es el origen de los quistes maxilares?

La mayoría de los quistes que encontramos en los huesos maxilares tiene un origen dentario, son los llamados quistes odontogénicos.

Normalmente son células epiteliales, que provienen del periodo embrionario, atrapadas en el interior del hueso. Estás células se van desarrollando de forma espontánea o cuando aparece algún proceso infeccioso en algún diente, y comienzan a formar el quiste dentario.

¿Qué tipos de quistes dentales existen?

Los quistes dentales más frecuentes los podemos clasificar según donde se localicen en:

  • Quistes dentales radiculares

Se encuentran en la punta de la raíz de los dientes. Aparecen cuando existen grandes caries en los dientes que afectan a la pulpa dental o también llamado nervio dental. Es el quiste dental que más frecuentemente nos encontramos en la clínica dental.

  • Quistes dentales laterales

Se localizan en el lateral de las raíces dentales y suele formarse debido a problemas periodontales. Es importante el adecuado control de la periodontitis para disminuir la aparición de estos quistes dentales.

  • Quistes dentales residuales

Estos quistes aparecen tras la extracción del diente. Es importante que tras una extracción dental se realice una correcta limpieza del tejido infectado que existía alrededor del diente.

¿Qué síntomas produce un quiste dental?

Los quistes dentales no suelen producir ningún tipo de sintomatología hasta que no se infectan o tienen el tamaño suficientemente grande que comienzan a deformar el hueso donde se encuentran.

Cuando está sintomatología se hace presente los quistes dan lugar a:

  • Dolor e inflamación.
  • Presencia de fístulas en la encía.
  • Reabsorción de las raíces próximas al quiste dental.
  • Parestesias o alteraciones de la sensibilidad en los labios por compresión de estructuras nerviosas.
  • Desplazamientos de los dientes.

¿Cómo se tratan los quistes dentales?

Como hemos comentado antes, los quistes que con mayor frecuencia nos encontramos en nuestra clínica dental en Águilas, suelen ser quistes radiculares, que son los que se localizan en la punta de las raíces de los dientes.

El tratamiento que ofrecemos a nuestros pacientes es un tratamiento conservador, intentando en primer lugar de extirpar el quiste sin tener que realizar la extracción de los dientes que están afectados; por lo que, en primer lugar, se realiza la endodoncia de los dientes afectados y la quistectomía o extirpación del quiste.

Como siempre es muy importante que el odontólogo realice un correcto diagnóstico para así conseguir realizar el tratamiento más adecuado.

¿Se puede prevenir la aparición de quistes dentales?

La causa más frecuente por la que aparecen los quistes dentales son los procesos infecciosos que estimulan las células residuales.

Por lo tanto, la mejor prevención es mantener una buena higiene dental y realizar visitas periódicas a nuestro odontólogo de confianza para realizar tratamiento precoz cuando exista alguna caries dental.

Es importante también realizar pruebas complementarias, como la ortopantomografía digital, para descartar la presencia de quistes dentales asintomáticos, que nos puedan dar problemas posteriores.

 

¿Qué es una fenestración dental?

La fenestración dental es un procedimiento que se realiza en el contexto de una ortodoncia cuando existe un diente incluido, es decir, una pieza dental que no ha llegado a erupcionar y ha quedado incluido en el hueso. Es algo que adquiere una especial importancia cuando ocurre con alguno de los caninos, pues dirigen la boca en todos sus movimientos y su extracción debe ser el último recurso. Este es un problema que se da con mayor frecuencia en los caninos superiores y el objetivo de la fenestración dental es conseguir que el diente erupcione correctamente.

Hay que tener en cuenta que los caninos definitivos salen en torno a los 13 años, por lo que debería hacerse a los niños una ortopantomografía (radiografía panorámica de la boca) al cumplir los 8 ó 9 años, con el fin de comprobar si existen o no problemas para que estas piezas erupcionen y, de haberlos, planificar la realización de una fenestración dental.

¿Cuál es el procedimiento de una fenestración dental?

La fenestración dental es una técnica en la que intervienen el cirujano maxilofacial y el ortodoncista. El primero se encarga de abrir una ventana en la encía (fenestrar) y eliminar el hueso y la mucosa que impiden la erupción del diente, de modo que la corona de este sea visible. Esto se realiza bajo anestesia local y el procedimiento dura unos 25 minutos.

Una vez retirados los puntos de la fenestración dental, nuestro experto en ortodoncia en Águilas colocará en el diente incluido un bracket cuya finalidad será la de tirar progresivamente del diente hasta que ocupe su lugar en la arcada dental, que previamente se habrá creado mediante una adecuada ortodoncia que, además servirá de apoyo para realizar la tracción del diente.

 

La cirugía periodontal está indicada para el tratamiento de bolsas periodontales profundas (superiores a 6 milímetros), permitiendo regularizar defectos óseos y mejorar la salud de las encías.

¿Qué es la cirugía periodontal?

La enfermedad periodontal es una de las complicaciones más importantes que pueden aparecer en lo que se refiere a la salud dental, ya que afectan directamente a la raíz del diente y pueden provocar derivaciones peligrosas para otros órganos.

Hay que recordar que se trata de una infección que surge a partir de una caries que no se ha tratado debidamente y que se extiende por el diente penetrando hasta la raíz misma del mismo y dañando toda la parte de la encía que lo recubre.

Por ello, es fundamental realizar visitas periódicas al dentista, para intentar detectar estas infecciones en su fase primigenia. Sin embargo, si no se realiza y la enfermedad periodontal ya se ha extendido lo suficiente, es necesario realizar una cirugía periodontal.

¿Cuáles son los objetivos de la cirugía periodontal?

  • Eliminación de la inflamación: En primer lugar, el objetivo principal es conseguir que la inflamación se detenga.
  • Controlar la infección: Se trata de conseguir la creación de un medio oral que permita el control de la placa bacteriana que originó la infección. Para conseguirlo se elimina la bolsa. Se realiza un surco gingival que permite controlar la enfermedad periodontal y evitar que se extienda más aún. Se corrigen los efectos producidos en la encía y en el propio hueso, para empezar la eliminación de la placa bacteriana. Y finalmente se ajusta el estado de la encía y de la estructura ósea, para que la higiene bucal no sea un problema posteriormente.
  • Regeneración: Una vez que la infección ha sido controlada y se tiene la certeza de que no se volverá a reproducir es el momento de iniciar la regeneración que permita mantener un efecto estético adecuado en el paciente. Además, se prepara la zona para poder albergar, en su caso, un elemento protésico sustitutivo de la pieza natural para mantener así el efecto estético.
  • Estética: Se toman las medidas necesarias para que el paciente recupere su mejor sonrisa, con prótesis dentales, si fueran necesarias, o simplemente con la recuperación de la zona.

Con ello se consigue que el paciente pueda volver a tener su mejor sonrisa y se evita que la enfermedad periodontal se siga extendiendo, pudiendo dañar otras partes del cuerpo.

La cirugía periodontal es un procedimiento quirúrgico plástico de remodelación realizado por nuestros expertos en periodoncia en Águilas diseñado para restaurar la forma y función a las estructuras periodontales dañadas.

La intención del tratamiento de la periodontitis avanzada con cirugía periodontal no es curar la enfermedad periodontal directamente, sino más bien un complemento para permitir resultados a largo plazo más favorables y aumentando la esperanza de vida de los dientes.

Conceptos de la cirugía periodontal regenerativa

El periodonto está formado por la encía, el cemento acelular, el ligamento periodontal y el hueso alveolar. Uno de los objetivos de la terapia periodontal es obtener una dentición funcional en salud y confort para la vida del paciente.

La evolución histórica de la regeneración consta de las siguientes etapas:

  • Ha estado enfocada en la reconstrucción del defecto óseo con diferentes injertos (1970-1980).
  • Ha estado enfocada en la regeneración del cemento y del ligamento con el uso de la regeneración tisular guiada.
  • Actualmente usa matrices extracelulares, factores polipeptídicos de crecimiento y proteínas óseas morfogenéticas.

La asociación americana de periodoncia (AAP) ha definido regeneración como la reproducción o reconstitución de una parte perdida o dañada con el objetivo de restaurar la arquitectura y función de los tejidos perdidos o dañados.

Entendemos como regeneración tisular guiada todas aquellas técnicas que permiten la repoblación del defecto periodontal por células capaces de formar una nueva inserción de tejido conectivo y hueso alveolar (World Workshop in Periodontics, 1989).

La regeneración verdadera es la formación de un ligamento periodontal funcionalmente orientado con fibras colágenas insertadas en el hueso alveolar neoformado y en el cemento acelular reformado sobre una superficie de la raíz previamente enferma.

Otros términos en regeneración periodontal son:

  • Reinserción: es la reunión de tejido conectivo con una superficie radicular donde tejido periodontal vivo está presente.
  • Reparación: es la curación (cicatrización) de una lesión periodontal con un tejido que restaura la continuidad pero que no reconstruye completamente la arquitectura y la función de las estructuras de soporte.
  • Nueva inserción: es la reunión de tejido conectivo con una superficie de raíz que ha sido desprovista de su ligamento periodontal. Ocurre mediante la formación de nuevo cemento con fibras colágenas insertadas.

 

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